IX Rallye El Corte Ingles (15 y 16 de junio de 1985)

Corría la temporada de 1985. En el mundial de Formula 1 Ayrton Senna fichaba por Lotus-Renault, en el de Rallyes Audi estrenaba el Sport quattro S1, Peugeot la 2ª evolución de su T16, Lancia su Delta S4, Renault el Maxi Turbo y Austin el Metro 6R4. Tras un fortísimo accidente en Argentina Ari Vatanen quedaba apartado de los rallys hasta 1987. Peugeot se alzaba con los títulos de Constructores y de Pilotos (Timo Salonen).




En España Salvador Serviá pilotaba un Lancia 037 para el equipo Rothmans, cierto marquesito estrenaba un 205 T16 de primera evolución preparado por los hermanos Alméras (célebres preparadores franceses de Porsche). Carlos Sainz pasaba a ser el piloto oficial de FASA Renault, sustituyendo a Genito Ortiz a los mandos del 5 Turbo-Tour de Corse, para luego estrenar el Maxi Turbo en un intento de los de Tramont de superar al piloto de Rothmans (SPOILER ALERT: fallaron de manera estrepitosa, y la falta de puesta a punto hacía que el madrileño sufriese varias salidas de carretera así como trompos que le impedían o bien terminar el rally o lograr la victoria, dándole el triunfo del Nacional a Serviá). GM era representado por Beny Fernández y el Opel Manta 400, consiguiendo el título de marcas al final de la temporada (hasta en esto fallaba Renault, sí). Pep Bassas con Renault 11 Turbo y Ricardo “Rizos” Muñoz (BMW 325) se jugaban el campeonato de Gr. N, que finalmente iba a parar a manos de Bassas. A mitad de temporada Peugeot Sport España bajaba al Marques del T16 tras varios accidentes y sus constantes quejas (aparentemente no caminaba todo lo debido y frenaba poco). En el Villa de Llanes, justo después de bajar a Zanini del coche subían a Bruno Saby, y ¡oh sorpresa! lograba la victoria, lo que hacía que unas semanas más tarde lo enviasen a Gran Canaria a correr en El Corte Inglés.




En Canarias las cosas habían cambiado un poco: Medardo Pérez había dejado Sauermann Competición porque no iba a correr con un 635 en su sano juicio, y apoyado por Lucky Strike se hacía con un Porsche 911 SC de Gr. 4 para la temporada de 1984. Para 1985, guardaba el Porsche en el garaje y se hacía con el Renault 5 Turbo GC-0005-T ex-Santi Álvarez (craso error). El de SAVEHSA comenzaba la temporada con un Renault 11 Turbo de Gr. N, que luego cambiaba por el potente 5 Turbo-Tour de Corse. José Mari Ponce repetía en Sauermann Competición a los mandos del BMW 635 CSI de Gr. A (el mismo que previamente había “rechazado” Medardo). Carlos Alonso Lamberti hacía debutar un Opel Manta 400 de Gr. B en el Ciudad de Telde. Manuel Rodríguez “El Vaquero” salía a la carga con un Opel Ascona 400 patrocinado por la discoteca La Bamba, Manolo Acosta estrenaba un Toyota Corolla Coupé de Gr. A oficial, siendo el “más grande” de una cuadrilla de estos modelos que competían bajo reglamentación Gr. N, como los pilotados por Tomás Gonzales, Ángel Dávila y el portugués Avelino Dos Ramos entre otros.




Así llegaba el 15 de junio y otro año más volvían los coches a la Avenida de Mesa y López para tomar la salida frente a la primera (y por aquel entonces única en la isla) sede de los grandes almacenes, en una prueba organizada por la Escudería Drago. Las verificaciones se llevaban a cabo el viernes en la Feria del Atlántico, donde se presentaban los 91 inscritos a la prueba, que celebraba su 9ª edición. El parque cerrado se llevaba a cabo en la Fuente Luminosa. El sábado los participantes tomaban la salida en la ya citada Avenida de Mesa y López. Con el número 1 tomaban la salida Salvador Serviá y Jordi Sabater a los mandos del Lancia 037, tras él partían los franceses Bruno Saby y Jean-François Fauchille con 205 T16 oficial. Antonio Zanini y Josep Autet volvían a contar con el Ferrari 308 GTB patrocinado por Playa de Las Américas. El Team Nissan Europe volvía por segundo año consecutivo a la isla con dos 240 RS de Gr. B, esta vez los pilotos eran el repetidor y ganador de la edición de 1984 Terry Kaby, copilotado por Kevin Gormley, que partían con el número 4, y en el número 7 se encontraban Mark Lovell y Peter Davies, que venían a sustituir a Shekhar e Yvonne Mehta, que habían logrado la 5ª posición en 1984. Carlos Sainz y Antonio Boto partían de Mesa y López con el número 5 en las puertas del Tour de Corse tras el accidente del Maxi Turbo en el Villa de Llanes mientras iba a la caza de Saby (realmente el Tour de Corse iba a ser pilotado por Genito Ortiz, que se sentía muy cómodo corriendo en la isla, pero el mencionado accidente dejaba en tierra al Teniente y campeón de España de rallys de 1983). Tras Sainz salían los chicos de General Motors, Beny Fernández y José López Orozco. Tras Mark Lovell tomaban la salida los primeros canarios, los de Rocar, Carlos Alonso-Lamberti y José Sarmiento, seguidos del hombre fuerte de SAVEHSA Competición, Santi Álvarez, copilotado por Eduardo Manrique. Con el 10 subían a la rampa de Mesa y López José Mari Ponce e Isabel Fernández, con el BMW 635 CSI de Sauermann Competición, seguidos de un Medardo Pérez que no estaba pasando por su mejor momento a los mandos del 5 Turbo de SAVEHSA. Número 15 para Manuel Rodríguez “El Vaquero”. Con el nº 16 llegaban Fernando “Copi” Capdevila y Margarita Cortecero con el segundo de los 635 de Sauermann, y con el 34 tomaban la salida Tomás “el loco” Gonzáles y José del Pino a bordo del Toyota Celica Coupé de Gr. N.




Esta 9ª edición del Rallye El Corte Inglés contaba con un total de 684,5 kilómetros, de los cuáles, 291 eran de velocidad, repartidos en 20 tramos cronometrados, los cuales era: El Zumacal-Los Castillos (8,2 km x 3); Moya-Fontanales (9,8 km x 3); Fontanales-Pinos de Gáldar (9,0 km x 2); Los Cuchillos-Era del Cardón-Temisas-Santa Lucía (29,0 km x 4); San Bartolomé-Ayacata (10,0 km x 4); Ayacata-Los Marteles-Cazadores (18,2 km x 4).
El rally empezaba con la primera pasada al tramo de Osorio (nombre dado a la bajada a El Zumacal) en la cual se imponían Salvador Servía y su 037. Pero la alegría duraba poco tiempo a los catalanes, ya que en el segundo tramo, Moya-Fontanales, impactaba contra una moto de la Guardia Civil, que aparentemente había salido a comprobar si la carretera estaba libre, ya que se había dado permiso a una ambulancia a entrar al tramo a evacuar a un enfermo. Afortunadamente, el accidente no tuvo mayores consecuencias, pero penalizaba duramente al piloto de Lancia, debido a problemas de suspensión a causa del golpe, lo cual aprovechaba Bruno Saby para tomar la cabeza del rally y comenzaba a tomar ventaja. En el propio tramo de Osorio, Beny Fernández sufría una salida de pista, pero gracias a unos aficionados cercanos sacaban el Manta 400 del barranquillo en el cuál habían caído, costándole 7 minutos.





Así llegaban los pilotos a Pinos de Gáldar, donde comenzaban los abandonos y los problemas de todo tipo. Medardo Pérez, que a esas alturas de la temporada debía tener más que maldecido el momento que adquirió el 5 Turbo, volvía prontamente a casa con problemas de temperatura (quinta vez consecutiva que conocía el camino del abandono el piloto palmero). Carlos Sainz sufría un llantazo costándole 2 minutos. Pedro Estévez, estrenando un flamante 5 Turbo Gr. B acababa estrellándolo. El marquesito a bordo del 308 GTB azul penalizaba 10 minutos tras la reparación de las bombas de gasolina del Ferrari. Con todo esto Saby finalizaba la primera etapa diurna con 22 segundos de ventaja sobre Serviá y 1 minuto sobre Lamberti, que al mismo tiempo aventajaba en 54 segundos al pupilo de Walter Sauermann, José Mari Ponce.


El Grupo N se presentaba interesante. Rizos Muñoz venía a por la victoria a Gran Canaria ante la ausencia de Pep Bassas, pero los inyectores de su 325 se obstruían y lo hundían en la clasificación. Con esto, “Tomás el loco” pasaba a dirigir la clasificación pilotando su Corolla, seguido de Orlando Alonso con Golf GTI de primera generación, Urbano Bernal, Jean Grobot y Pedro Sánchez (no ese Pedro Sánchez) siguiéndole, estando estos seis primeros clasificados en tan solo 30 segundos.
La segunda etapa (nocturna) llevaba a los pilotos a la zona sur, empezando por el siempre complicado tramo de Temisas, que ponía fin a la conquista del campeonato nacional por parte de NapoleónBruno Saby, que volvía prontamente a Francia cuando el motor de su Peugeot decidía dejar de funcionar. Lo mismo le ocurría a José Mari Ponce, que estaba teniendo un duro rally. Borja Moratal, Alfredo del Águila y Werner Schweizer completaban la lista de abandonos en el tramo sureño. Al mismo tiempo se iniciaba un particular duelo entre Carlos Sainz y Antonio Zanini, marcando una serie de scratchs entre los que de cuando en cuando se colaban Beny Fernández, en su intento de recuperar los 7 minutos perdidos en Osorio, y Serviá, que en ese momento contaba con una cómoda ventaja. Sin embargo, la suerte volvía a abandonar al piloto de Rothmans, que perdía un minuto en un cambio de gomas y luego observaba cómo el motor de su 037 perdía potencia paulatinamente con problemas en el compresor volumétrico y la inyección del agua.


De nuevo volvían a Temisas y de nuevo, los abandonos: Eric Chantriaux, Manuel Rodríguez “El Vaquero” y Terry Kaby, sufriendo problemas en la caja. Santi Álvarez se sale de la pista y, aunque los daños en el Tour de Corse no eran significativos, fustigaba a su montura hasta que el motor cedía. En Grupo N hay que consignar las bajas de Juan Alfonso Rodríguez y Urbano Bernal.
Finalmente, tras una gran remontada, ayudada en parte por los problemas acaecidos a Salvador Serviá, que finalizaba segundo, Carlos Sainz y Antonio Boto se alzaban con la victoria. Carlos Alonso-Lamberti y José Sarmiento colocaban el Manta 400 en 3º lugar, mientras por detrás, haciendo un rally bastante regular y sin problemas de relevancia, llegaban los británicos Mark Lovell y Peter Davies con el Nissan 240 RS superviviente. Beny Fernández (5º) y Antonio Zanini (7º) efectuaban una sensacional remontada, y sin nada que perder daban un gran espectáculo haya por donde pasaban. Entre ellos llegaba Fernando Capdevila con el 635 de Sauermann Competición, logrando la victoria entre los Gr. A, secundado por Manolo Acosta-Antonio Rivero con el Toyota Corolla Coupé, mientras que Enrique Rubio y Juan Delgado cerraban el podio del Gr. A con Toyota Starlet, seguidos a 25 segundos del Renault 5 GT Turbo de Sergio Marrero y Javier León.
En el Grupo N Tomás Gonzáles se hacía con la victoria por delante de un Domingo Alonso con constantes problemas en sus neumáticos. En tercera plaza llegaban Francisco Naranjo y Juan Munguía, mientras que en 4º lugar llegaba el 325i del piloto en un principio llamado a la victoria del grupo, Rizos Muñoz y Manuel Minguez.



Anecdotario:
-Del otro lado del telón de acero llegaban tres Wartburg 353 W, un equipo tan militarizado como eficaz que llevó a la meta sin ningún tipo de problemas estos coches de dos tiempos, que clasificaban 36º, 38º y 40º.
- Tras el nuevo descalabro en este rallye, Medardo Pérez rompió sus lazos con Renault, marca con la que no logró llegar a meta en ninguna ocasión, contabilizando un incendio, un accidente y diversas averías de motor, siempre relacionadas con la temperatura.
-Como siempre, días después del rallye solían darse diversos acontecimientos de importancia. Uno de ellos fue la dimisión de Ángel Corral, presidente de la Federación de Las Palmas, abrumado por los numerosos errores que fue acumulando. Le sucedió en el cargo Manuel José Santana.

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